TERCERA VEZ INJUSTICIA EN EL INFIERNO

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. -¡¡¡JODER, JODER, MANDA COJONES!!!
. -¿Qué pasa, Syburg? –dijo mi hermano, que en ese momento apareció por allí con dos extranjeras.
. -Nada, tío, que esto es una mierda, que se están llevando al Mateo.
. -¿Quién?
. -La policía, allí enfrente.
. -¿Por qué?
. -Es que se puso a mear aquí delante de ellos. Le dije que fuéramos arriba o a un pub, pero no me hizo caso. Después he ido y le he preguntado a uno de los locales estos y me ha dicho que le ha metido un guantazo a uno de sus compañeros y que me fuera. Pero yo he visto como lo cogían por mear, lo llevaban contra la pared y lo cacheaban y no ha golpeado a nadie. Lo único que ha hecho es revolverse un poco. Si hace falta, yo mañana, o cuando sea, en el juicio declaro a su favor, digo que no hizo nada. Vosotros podríais decir lo mismo –dije a mi hermano y a las dos chicas.
. -No veas, a ver. Bueno, voy a preguntarles.
. -Vale, pero cuidado, yo cuando llegué le pregunté a uno que quién creía que debía jugar, Raúl García o Maniche, y me dijo que me iba a meter un cachetazo.

. Mi hermano fue y les preguntó. Le dijeron lo mismo. Después se despidió y me dejó por allí rondando borracho. Me quedé un rato con unos chavales de Barbate que había conocido esa noche y después, ante lo insostenible de la situación, me largué. Caminé los 3 kilómetros que me separaban de mi casa y cuando llegué caí rendido en la cama. Estaba cansado de andar por encima de los coches y correr empujando bidones de basura.
. Al día siguiente desperté y me fui hacía la playa. Allí la gente me preguntaba por el suceso.

. -Sí, tío, se lo llevaron, pero él no hizo nada –respondía yo.
. -Sí, son unos cabrones –dijo Jimmy–. ¿Te acuerdas en la feria de Chiclana cuando me hicieron a mí lo mismo?
. -Sí, qué cabrones, es que es la tercera vez que salgo con un colega y me vuelvo sin él porque lo han detenido con una denuncia falsa por agresión. Dos veces los locales y otra la Guardia Civil.
. -Claro, la mía. ¡Qué mamonazos! Hijos de puta. El que me cogió a mí me pegó guantazos hasta que se rompió el dedo y encima dijo en el juicio que eso se lo había hecho yo. Y me llevé tres días allí en el calabozo, dos años en condicional…
. -Ya ves, yo me colé allí donde te detuvieron chillando que te soltaran, que eran unos maricones y me dijeron que me fuera, que no me iban a detener porque sólo los había insultado.
. -Qué locura, cómo te pusiste tú.
. -Normal, tío, se te llevaron por la cara. Pero es normal, habiéndote hartado de beber y con la tacarna esa que te comiste que te vendió un enganchao.
. -Sí, es que eso no hay que tomarlo, es para los locos, y menos bebiendo destilados. Yo ni me acuerdo de lo que pasó. Hubo una revuelta entre aficionados del Cádiz y del Jerez y de repente ya me estaban llevando esposado.
. -Yo tampoco me acuerdo cómo empezó. Qué locura, al final cuando se te llevaban yo me fui hasta corriendo detrás del coche. Bueno, y lo que lo le pasó al Gordo con los locales hace dos veranos ya fue increíble.
. -Sí, tío, ese no hizo nada, sólo decirles cosas, y le querían meter atentado contra la autoridad. Menudos comemierda. Y se lo llevaron, tres días en calabozo, mil y pico euros de multa…
. -Hombre, sí, pero el pájaro ese no veas la que la lió. Al hospital y todo lo llevaron porque decía que estaba malo…
. -Sí, y bueno, en realidad menos mal que se lo llevaron, porque estaba muy entripado y muy bebido y éste se podía hasta haber matado por ahí.
. -La verdad es que sí –me contestó Jimmy– pero el caso es que los policías estos son unos cabrones, ahí conspirando para que les indemnicen y te joden la vida.
. -Hombre, normalmente ayudan a la gente, y si los tratas bien no te suelen hacer nada. Pero la verdad es que hay algunos que son mu cabrones. Porque lo de pegar y decir que ha sido al revés lo hacen mucho –dije yo–. Y además métete tú a intentar demostrar que es mentira, que te arriesgas a tener que pagar el juicio, los abogados, las costas y que la condena sea mayor. Aunque una vez Fran me dijo que a un amigo suyo le pegaron una paliza porque se estaba fumando un porro y se lo tragó y después los denunció y ganó.
. -Sí, pero será un caso aislado –me contestó Jimmy.
. -Quillo, coge el balón y vamos a jugar un poco ahí a la orilla y me pones centros como el que puso Xavi a Messi en el segundo gol de la final de la Champions –dije.
. -Venga, te voy a poner unos pájaros para que remates… ufff… qué va. Mira allí –respondió mi amigo señalando hacia el horizonte.

. Cerca del agua estaban dos policías parados con sus quads. Les estaban quitando el balón a unos adolescentes que jugaban allí al fútbol.

. -¡CABRONES, HIJOS DE PUTA! –se escuchó por diversas zonas de la playa.
. -¡UUUUuuuuhhhh! –empezaron a abuchearlos y a chillarles decenas de personas.

. Después, los policías arrancaron sus motos de cuatro ruedas y se fueron dejando un rastro en la arena.