Los Flying Congrios

Publicación de relatos y poemas

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Lugar: Cádiz, Andalucía/Cádiz, Spain

Pescador de Congríos nacido en la antigua Mileto en el año 2000 de la era de John Lennon.

jueves, 8 de abril de 2010

MONTAÑAS MÁGICAS (Una historia entre los salces)

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Sus pies se hundían sobre el suelo blando debido a las últimas lluvias. Al andar bajo el cielo grisáceo empezaban a verse ya colores rojizos en lo alto. Séverin y Tití recorrían el bosque con todos los demás, veían las casitas de piedra y madera en las que dormirían y comentaban contentos: qué bueno pasar unos días aquí, esperemos que no haya tormenta. Sí, contestaba Séverin, esperemos que este sea un bonito cuento por las montañas, desde luego estas chozas del estilo de las de la aldea de Astérix son encantadoras, esperemos que no aparezcan jabalís, o un oso. Y que no haya tormenta, le respondió la suave Tití que lo agarraba por los hombros. Sí, y que no haya hadas y gnomos o duendes y un brujo, se oyó de uno de los amigos del grupo que insistía en que uno de esos días debían adentrarse entre la maleza hacia las cumbres y acampar bajo la luna esa velada. Acabaríamos perdidos, pensaba inequívoco Séverin mientras oía un cuco en la distancia. Llegaron al poblado y Calisto con su gorra les dio la bienvenida, era un hombre rudo que apenas había dejado de ser mancebo y parecía un tipo serio que controlaba la situación, conocía a la perfección la zona. Os llevaré mañana por los mejores sitios, pasaremos una jornada muy agradable.
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..Dormir esa noche no fue difícil, llegaron rendidos a las casitas y durmieron como troncos sobre las tablas que les servían de camas. Séverin, esto está muy duro. Eso es bueno, dormir con la espalda recta es mejor. Sin consuelo a pesar se durmió en las maderas aunque algunos revoloteaban y bebían grappa, charlaban e intimaban con el dulce licor y una chimenea de fondo, al menos el frío no les hacía mella. Mañana todo será precioso, a primera hora subiremos a algunos riscos y quizás veamos algún camaleón o alguna tortuga negra y amarilla de las que hay por los humedales, y quizás lleguemos cerca de los pinos que crecen en el barranco. Sí, sin duda sí, nos levantaremos por la mañana y recorreremos todo el bosque como si fuera una taiga mágica en la que nos olvidaremos de todo, olvidaré la vida, olvidaré la ciudad, el concierto homenaje a Elvis que me estoy perdiendo y la lectura de “Huasipungo” que tenía aún por la mitad. En medio de la madrugada no podía hacer más que pensar. Eso sí era oscuridad y no lo de la ciudad, allí la oscuridad era oscuridad de verdad, era negrura, todo negro, cuando se apagaba la luz del sol todo era oscuro de verdad. Negro. Aunque se hubiera llevado la novela no hubiera podido leer nada. La mente seguía rumiando hasta que el sueño lo terminó apagando todo. Pero sin dejarlo desconectado del todo, con la lucecita de Stand by encendida.
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..Con el amanecer llegó la humedad de la primera hora de luz, tenue, aún oscura, y los primeros rayos de sol. A la ducha para espabilarse un poco y despojarse del olor a hoguera y humo. El agua está superfría y al caer chillan, el dolor que entra en la cabeza cuando el chorro impacta se podría describir como terrible, una opresión que Aaaaaahh, gritar, gritar, provoca alaridos a casi todos. Salir todavía húmedos y volver a la caseta, ver las coníferas, esos árboles primitivos, símbolo de inmortalidad, que les acompañarán en los próximos días. No saben cómo van a acabar las cosas. Oye, Beltrán, Jasso, vosotros vais a subir a las Cumbres de Las Águilas, pasando, chico, tranquilitos y esta noche a fiestear un poco a ver si cogemos a las dos bellezas de al lado que están en una excursión de la universidad. Qué recuerdos, siendo pibe, la excursión a La Sauceda, aquella chica pelirroja enigmática que tanto le gustaba. No solía hablar, parecía un poco autista pero su larga figura, el lunar en su cara y todo lo demás era irresistible, ¿qué sería de ella, Alicia se llamaba? Poco falta para que empiece la excursión que nos va a llevar por todo el contorno de esta antigua civilización, tierra hermosa, rica en recursos, parca si no sabías aprovecharlos. El guía pronto en pie en la plaza del antiguo poblado, en el centro, hablando fuerte y claro para que no haya confusiones y podamos aprovecharlo, buena jornada, todos a su alrededor sin problemas. No podemos separarnos del grupo y todo irá bien, el camino es fácil pero si alguien no lo conoce puede acabar perdido, hay zonas donde los árboles, vegetación y maleza es siempre lo mismo. Beltrán soltando algunas palabras altas tumbado bajo un pinsapo, el ambiente forestal en la mañana flotando como unas sutiles notas de piano en una escena de amor en el cine. Iniciamos la marcha y pensé los hámsters, andando por las estepas, escuché algo así como un aullido en la tundra, ¿serán los lobos?, no, quizás cualquier cosa, quizás no he oído nada, sólo mi imaginación, sí, quizás sí, sí, quizás sí, sí. Empezar a andar por la ladera de la montaña, nosotros vamos a ver un momento esa zona, parece ir a las cumbres nevadas, tras separarme del grupo con Tití todo era un verdor intenso y mágico que nos embadurnaba. Perdimos la noción del tiempo entre las maravillas que veíamos en la naturaleza: mariposas de variados y brillantes colores, flores blancas con cristalitos transparentes, árboles con resinas rojas, azules, verdes, pequeños roedores e insectos mágicos en la exuberancia de esa tierra. Grrrrrrrrrrrrrrrr, pero de pronto un gruñido, un oso, ¿dónde están los demás?, estamos perdidos, correr sin parar, escondernos tras unos matorrales y resistir, tirados en el suelo, encima tú, no, encima yo, quién nos mandaba a nosotros elegir nuestra ruta y ver cosas por nuestra cuenta, Beltrán y Jasso seguro que no tendrán ningún problema y está noche dormirán, o no, pero será porque no quieren y lo intentarán con esas chicas y mientras tanto yo aquí, yendo a morir aquí. Tranquilo, cariño, todo irá bien, Tití y su optimismo, tampoco hay que ser dramáticos pero muchas veces en esta zona cuando alguien desaparece es el fin, querida, cuanto me gustas, jé, querido, gracias, tú siempre igual, cómo me pones, al menos si vemos que no vamos al volver enredaremos nuestros cuerpos, y mientras la besaba y buscaba sus dientes, su lengua. Al final una bomba, una explosión en medio del bosque y descansar tendidos, medio desnudos, con picores por la vegetación, el polen o lo que sea habrá sido. Ayy, cariño, me ha gustado, ¿eh? Normal, y a mí. Miradas confusas e idas, gestos satisfechos y cansados, sonrisas.
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..Nos hemos dormido, cuánto habrá pasado, quedará mucho para que se haga de noche, no creo y me acariciabas y mirabas al cielo y apoyabas tu sien en mi pecho y yo agarraba, suave, tu cabeza. Hay un riachuelo ahí, lo estoy oyendo, y se ve a lo lejos, acerquémonos, de acuerdo, Tití. Ahora me apetecería escuchar algo de David Bowie, de lo de los primeros tiempos más acústico, o alguna canción de Simon & Garfunkel, qué tipos, me gusta realmente su música, sus coros, cómo es el Garfunkel este. Parecía que estaba más cerca, estoy respirando entrecortado, debería fumar menos, caminar más, hacer más deporte, probar una hoja de lechuga de vez en cuando, pero bueno, ya lo haré un día de estos. Uuhhhhh, este agua está helada Séverin, sí, está superfría, la de las duchas del campamento debe de venir de aquí, está a la misma temperatura. Ay, Tití, qué dulce eres, como a mí me gustan las mujeres, aunque no puedo evitar desconfiar de tus sentimientos, ni depender de tu cuerpo, de tu persona, el amor es para mí, por desgracia, más que otra cosa una dependencia. Me he embajonado, me ha venido un mal pálpito, con lo contenta que estabas antes, no creo que pase nada, ya, pero no sé, mira, se está haciendo oscuro, de noche. Pues ahora soy yo el que creo que no hay que preocuparse, debemos estar cerca de donde salimos, no hemos andado mucho, ya nos van a encontrar, deben estar preocupados, tampoco mucho, saben que nos defendemos bien. A lo mejor van tan tranquilos susurrando o silbando algunas melodías de esas que les gustan, de Paul Weller o Lori Meyers, puff, y esto ya está totalmente oscuro, todo negro, aunque se ven muy bien las estrellas, esto en la ciudad no pasa, lo mejor ya es dejar de andar y quedarnos por aquí acurrucaditos, abrazaditos los dos y así por lo menos estar calentitos, que empieza a hacer frío. Puff, va a ser una noche dura, esperemos que no nos molesten los lobos, ni los osos, o casi peor, las hormigas y los mosquitos, malditos insectos.
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..¡Eooooo, Séveriiiin, Titiiii!, creímos oír a lo lejos, flojo pero ilusionante, Séeveriiiiiin, Tiitiiiii, sí, eran ellos, Calisto, Beltrán, Jasso y los demás, ¡aquí estamos, chicos! Aunque no había pensado casi en algo chungo aún, una noche a la intemperie en la naturaleza ya la daba como una realidad, en guardia y casi sin dormir, sólo con el calor humano, sólo era fugaz la idea de un desenlace trágico, no, no podía pasar, aunque tantas veces lo haya hecho, la vida no podía acabar así.
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