EL CAMINO DE LA VIDA (CAPÍTULO 5 2/3)

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..-Ehh, ves que no debías fumar –me dijo Jack mientras me daba palmaditas en la espalda y yo seguía con el cigarro en la mano pensando en fumármelo.
..-Ahh, no es nada –contesté y saqué un pañuelo y escupí un esputo sangriento y después le di una calada al cigarro y volví a toser.
..-Tú estás fatal, te vas a morir.
..-¿Acaso lo dudabas? Y tú y todo el mundo.
..-Pero tú antes.
..-Y si te meto un tiro.
..-Que va, Casimiro.

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..Saboreé el humo del tabaco mientras refrescaba el picor de garganta con cerveza. No me gusta fumar sin beber, alcohol preferentemente, porque el sabor del amoníaco me parece muy desagradable y la bebida me lo quita. Beber sin fumar me gusta pero menos que si lo hago con un cigarro. Pero hay que controlarse, aunque cuando tengo ansiedad me la quito bebiendo y fumando, lo que a la larga me crea más ansiedad. Es un círculo vicioso, un vicioso círculo vicioso, un jodido vicioso círculo vicioso de vicio y destrucción, de cáncer y muerte.
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..-Jejé.
..-Bueno, tú mátate, con tal de que antes me des la novela.
..-Qué cabrón.
..-Por cierto, creo que el jefe quiere verte un día para hablar contigo de la novela y eso.
..-Ya me llamará cuando no esté ocupado el señor importante con su maletín y su traje. Jajá.
..-Jejé, qué tío.
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..Unas papas con ali-oli y una carne al toro y dos cervezas, un tinto y dos vinos blancos después ya estábamos por el bar dando volteretas. Por lo menos yo, Jack no lo recuerdo.
..CRAAAAACKsshhh –sonó el vaso que estrellé contra el suelo sin querer. Ya tenía poca coordinación.
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..-Juanlu, tío, te voy a llevar a mi casa que está más cerca para que descanses un poco que estás hecho polvo –fue lo último que escuché antes de despertar aturdido y confuso en el sofá de Jack.
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..ABRÍ LOS OJOS y Jack estaba en un sillón junto a mí viendo lo tele.

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..-¿Qué hago aquí tirado en tu sofá?
..-Estabas que no te tenías en pie y te traje aquí para que te echaras un rato.
..-¿Qué hora es? –le pregunté todavía desconcertado y con los ojos a medio abrir viendo que por la ventana no había más que oscuridad.
..-Pues son las 11 y media.
..-Me cago en la leche, ya me he perdido el ratito con Vicky. Seguro que se ha extrañado de que no haya estado. Quizás se ha preocupado. ¿Qué me habrá dejado hecho para comer?
..-Jajá, ¿y tienes hambre ahora? Por cierto, qué pesadito estás con esa Vicky. Es sólo tu asistenta.
..-No es que tenga hambre, pero es que si no como lo que ella me da, poco más puedo tengo para comer. Además, es una rutina, despertar, la comida a tal hora, después no sé qué. Y no es que esté pesado, pero es que los artistas necesitamos una musa, y Vicky es mi musa.
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..Estaba derrotado y me dolía la cabeza. Me toqué la frente y estaba muy caliente, tenía fiebre y me dolía mucho la garganta.
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..-Cof –tosí .
..-Cof Oooofffffshhhh oof.
..-Uff, yo estoyyy fatal, me voy a ir ya. Además, que quiero escribir un poco, que me ha venido la inspiración.
..-Bueno, vale, a ver si quedamos otro diíta –me dijo Jack–. Te llamo un taxi, ¿no?
..-Venga, siempre ha ido en contra de mis principios ir en taxi, pero es que yo voy andando ahora a mi casa y, si es que llego, me tengo que tirar dos días descansando en la cama.
..-Jajá.
..-Por cierto, dame un jersey, un abrigo o algo que tengo que andar un poco a la intemperie, que hasta aquí no puede entrar el taxi que es peatonal y ahora tiene que hacer fresquete.
..-Pues no tengo casi nada, porque está todo en la casa antigua, donde Sonia, que aún tengo que traer casi todas las cosas. Lo que tengo es esto, jajá, una capa que me regalaron de coña la otra vez los amigos del club de Jazz.
..-Aggh. Bueno, me la llevaré, como un caballero español.
..-Jajá, también tengo un gorro.
..-Jajá, qué auténtico, me lo llevo también.
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..Jack llamó al taxi y le dijeron que tardaría unos diez minutos. En cinco bajé. Salí del portal, escasamente iluminado, y avancé seguido por mi larga sombra. Ella reflejaba la peculiar figura que tenía vestido con sombrero y capa. Seguí andando por una calle estrecha y todo se puso oscuro y mi sombra desapareció. Pero, de pronto, llegué al final del callejón y se hizo la luz de manera tan brusca y violenta que me deslumbró y tapé mi rostro con la capa. Eran los faros del taxi que me esperaba, que por equivocación había puesto las luces largas y que en cuanto se dio cuenta de su error las quitó.

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..-Joder, vaya tela –dije mientras hacía señas al taxista con la mano en alto y me metí en el vehículo.
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..Le di las señas y me llevó a mi casa. Cuando entré en la casapuerta había mucha gente allí, algo que me sorprendió. Julio, el portero, varios policías, personas a la que no conocía, vecinos, etc…