EL CAMINO DE LA VIDA (CAPÍTULO 8 2/4)

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..Estaba sentado en la mesa de la cocina y Vicky barría el suelo. Después empezó a fregar. Qué cuerpo, cómo lo movía, menuda jaca tenía que ser en el catre, esas caderas y esos meneos te tenían que reventar.
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..-Ay, no me mire así que me corta –dijo ella.
..-Perdón, me había quedado embobado viéndote –le contesté mientras imaginaba su cuerpo sobre el mío. Menudo viejo verde estaba hecho, jejé. Qué trasero, cómo lo movía, ¡eso sí que era un buen culo!
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..Vicky terminó con el fregado y se puso con la comida.
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..-Para que no esté tan seco le he puesto un poco de bechamel a los brócolis.
..-Qué bueno, tú sí que sabes lo que me gusta. Una mujer como tú necesitaba yo.
..-Ya me tienes.
..-Pero… da igual.
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..Cuando la comida estaba lista me la sirvió. Ella recogía la cocina mientras yo ingería los alimentos.
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..-Me voy ya –me dijo Vicky al poco.
..-Hay qué ver, ya me dejas solito. Un diíta de estos te podías quedar a comer conmigo o a tomarte un café o algo.
..-Bueno, algún día.
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..«¡Tírate al cuello, dile algo!», pensaba. «No, no tienes oportunidades, si ella quisiera algo ya habría dado señales con lo que tú te insinúas. Aunque a algunas mujeres hay que currárselas más». Blablablá, la cabeza no paraba, la parte emocional y la racional chocaban entre sí y se escuchaban gritos dentro que acababan en mi mente en forma salmón subiendo el río.
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..-Anda, dame un besito antes de irte –le dije al fin.
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..Ella me miraba con los ojos ligeramente entornados y con un gesto y un movimiento de cabeza que significaba «Ayy, pillín».
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..-Hmmm, qué cariñosón es usted –me contestó y me dio un beso en la mejilla. Fue un buen beso, sonoro y con los labios. Húmedos. No de esos de poner la cara.
..-Y ahora aquí –le dije señalando el otro cachete.
..-¡Jajá, cómo es usted! –se rió Vicky con mucha alegría. Por lo menos le había arrancado una sonrisa y parecía feliz.
..-Tome –dijo, y me dio otro besito, con menos sonido pero con más humedad y erotismo. Al hacerlo inclinó las rodillas y me agarró la cara con sus manos. Duró unos segundos. Cerré los ojos y al abrirlos pude ver su magnífico escote a través de la camisa. .

..-Ya sí que me voy, ¿eh?
..-Bueno, guapa, te dejo, que te lo has ganado –le contesté y pensé darle una palmada en el culo, pero por suerte mi mano no me escuchó.
..-Y cuídese.
..-Sí, mañana voy al médico. A ver qué me dice.
..-Hágale caso, que no me quiero quedar sin ti.
..-¡Ay, qué me quieres! ¡Y ya hasta me tuteas! ¡¿Te quieres casar conmigo?!
..-Jajá, qué cachondo es usted.
..-¡Si yo lo había dicho de verdad!
..-¡Jajá, que no para! –decía Vicky doblándose por la mitad de reírse.
..-¡Que es en serio!
..-JAAJAJAjjajajaájájaAJAJAJajájaájaa –seguía. Al final, sin parar de reírse, cogió su bolso y retorciéndose con las manos en la barriga se fue despidiéndose con la mano. Otra vez solo.

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..Mientras tanto, en mi mente: Tenía que haberle pedido más en serio. Ha pensado que era broma. Le tenía que haber cogido el culo, así se lo hubiera creído, o no, más bien me hubiera mandado al carajo. Pero… ¿y si Paco vuelve? No creo que la vaya a dejar escapar. De todos modos me estoy haciendo ilusiones tontas, ella no va a querer nada con un viejo como yo.
..Me encontraba cansado, fui al salón, me senté en el sofá y me quedé dormido.
..Con el sol ya poniéndose me despertó el teléfono, siempre el teléfono, últimamente todo a través del teléfono. Era Juanito, el bueno de Juanito.
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..-¿Qué tal? Qué de tiempo.
..-Sí, ¿cómo estás? Me he enterado que has estado ingresado.
..-¿Y cómo te has enterado tú?
..-Las noticias vuelan.
..-En serio, ¿quién te lo ha dicho?
..-Ah, ya te lo diré.
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..Desistí, no tenías ganas de interrogar a un lelo como este por un asunto tan estúpido.
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..-Por cierto, dentro de dos semanas es la Feria de la Ensaladilla. Tenemos que quedar para ir, como en los viejos tiempos.
..-De acuerdo, iremos.
..-Venga. Ya te llamo yo el día antes o algo.
..-Ok.
..-Ya hablamos.
..-Ya hablamos.
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..Colgamos. «Qué aburrido está Juanito», pensé. Desde que se retiró tenía mucho tiempo libre. Siempre había estado muy volcado en su trabajo y tenía su vida hecha a él. De todos modos siempre había sido un poco lelo, una persona a la que le jubilan se puede buscar mil ocupaciones para entretenerse, e incluso no hacer nada es un placer. Aunque es muy común que los jubilados se queden desubicados. A mí no me pasaría, yo siempre he sido un poco un no-ser, tanto en mi vida como en mi obra me he decantado por la inacción. Siempre me llamado la atención eso de ¿tú qué vas a ser de mayor? ¿a qué te dedicas?¿Qué quieres ser? Algo tendrás que hacer... Desde luego si no tuviera porque hacer nada y tuviera el sustento garantizado poca cosa haría. Mis hobbies, ocio formativo y cultural, placer físico y mental, descansar…