EL CAMINO DE LA VIDA (CAPÍTULO 11 1/4)

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Llegó el día de los análisis y me acerqué al ambulatorio. Por suerte me los habían puesto a media mañana y además la cosa fue ligerita, diez minutos esperando, unas extracciones de sangre y orina y para casa otra vez. Al volver, Julio estaba fuera en el portal y me estuvo comentando lo de la vecina asesinada.
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..-Pues sí, al final ha sido todo una locura, ¿eh? –me dijo.
..-Sí, no podía ser de otra manera, desde que aparecieron la Señora Fletcher y el Doctor Watson se veía que iba a ser todo bastante extraño.
..-Sí, los dos detectives esos eran bastante chiripitifláuticos.
..-Sí, y llevaban náuticos. Bueno, me voy para arriba que me tengo que comer una piriñaca –me despedí porque me estaban a punto de estallar los sesos.
..-Hasta luego, gitano –me contestó el portero.
..-Adiós, adiós.
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..Entré en el ascensor y subí y nada más abrir la puerta, Vicky, que ya estaba allí, me dijo mientras sostenía el teléfono:
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..-Ah, espere un momento, Señor Juan Luis, le llaman de una universidad o algo así.
..-A ver –contesté y me acerqué al aparato.
..-¿Sí?
..-Buenos días, soy Salvador Marinetti, técnico de actividades culturales de la Universidad de Cuenca.
..-Sí, le recuerdo de una vez que estuve por allí.
..-Pues mire, le llamaba por si podía venir a dar una charla en unos cursos que estamos organizando para los días 22 y 23 de este mes.
..-No sé, no tengo muchas ganas, además no sé si lo sabe, soy una rata peluda y no sé dar charlas, por lo menos no buenas charlas.
..-Sí, lo sé, es una rata peluda pero sabe dar buenas charlas.
..-En todo caso conozco a un par de Carlas, pero de charlas…
..-Bueno, nos conformamos con lo que hace usted siempre, hablar de su literatura y eso, de cómo lo hace, de lo que está preparando, recomendar lecturas… Le pagaremos bien, y además con todos los gastos incluidos, viaje en primera clase en tren, hotel de cuatro estrellas tres noches, y sólo por un par de charlas de hora y media.
..-¿De cuánta pasta estamos hablando?
..-800 boniatos.
..-¿800? Que sean 1000 y dos berenjenas. –Tampoco es que necesitara demasiado el dinero, pero siempre me vendría bien para un par de cositas, y, además, que tenía ganas de ir, a veces me divertía en ciertos momentos de esas experiencias, pero no iba a ponérselo fácil.
..-Hhhmm, no veas si nos va a salir caro, usted sí que sabe negociar. Pero habrá que aceptarlo, que los alumnos del curso están muy ilusionados con que venga usted, incluso muchos ni siquiera se van a matricular hasta que esté confirmada su presencia. Por cierto, el último día hay copita y canapés y eso, que es lo que le va, ¿no?
..-Hombre, más que lo otro seguro que me va a gustar.
..-Ay, truhán. Bueno, le dejo que voy a ver si contrato a Lady Gaga para un concierto del programa cultural. Entonces qué, esto ya está confirmado, ¿no?
..-No sé lo que le dirá Lady Gaga.
..-Digo lo de sus charlas.
..-Sí, yo me comprometo a ir a hacer mis cosas de rata.
..-Vale, pues ya nos vemos, rata. Le mandaré los billetes por correo.
..-Adiós, chiquillo.
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..Cuando colgué vi que había un mensaje en el contestador. Era de Jack, me decía que el jefe quería quedar conmigo y con los otros directivos para tratar el tema de la novela y el diario. También me decía que a ver si nos tomábamos algo. «Qué tío, pensé, me ha llamado justo a la hora que sabe que es el límite en que no me voy a enfadar».
..Tenía ganas de quedar con él y beberme unos whiskys o lo que fuera, pero quería terminar la novela y vivir por lo menos 2 o 3 cosas más, y si lo hacía quizás no tuviera ocasión. En todo caso me daba pena porque Jack no lo estaba pasando bien y necesitaba estar con gente para olvidarse de todo y no pensar en lo de su separación. Además, que era un buen tipo y me lo pasaba de puta madre con él. Pero hay ocasiones en las que un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer.