EL CAMINO DE LA VIDA (CAPÍTULO 11 4/4)

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..Abrí el mueble bar y me eché una copa de brandy. Me la llevé a la boca y cuando estaba paladeando el licor escuché el telefonillo, sonó el mío pero también escuché que estaban llamando a varios más, así que no hice caso. Minutos más tarde ante la insistencia y viendo que los vecinos le chillaban y había mucho alboroto decidí ir a cagarme en su puta madre o algo o por lo menos enterarme de qué pasaba.

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..-¿Quién coño es? –pregunté con voz indiferente.
..-aÁaaabremeeh soy Jack –escuché que contestaban con voz de borracho.

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..«Me cago en los muertos del loco este», pensé.

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..Fui a la puerta y esperé a Jack frente a ella. Poco después llegó tambaleándose y chocándose contra las paredes y tirando las bolsas de basura de los vecinos. Varios salieron en bata y camisón y empezaron a gritar cabreados.
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..-Cof Oooofffffshhhh oof oofffffffhhhh. Pasa –le dije mientras tosía.
..-¡Y el tío mierda éste, a ver si le dan por culo, el puto viejo la gentuza que trae, borrachos en mitad de la noche que nos despiertan de madrugada! –escuché que decía alguien medio dormido.
..-Qué paxsa, Juanluu, ¿cómo te va?
..-Pues bueno, tú sabes, no me va del todo mal, regular, pero no veas si estás majara, la que has liado.
..-Sí, es que no sabía cuál era el número y he llamado a todos los del piso.
..-Cof Oooofffffshhhh oof oofffffffhhhh. Qué mamón. Bueno, sírvete un coñac.
..-Ole, gitano, qué arte, ahí te quería yo ver.

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..Se sirvió y engullimos unas cuantas copas más mientras hablábamos de la vida, las penas y el amor y yo me fui entonando un poco.
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..-Tío, ¿no te gusta está canción? –me preguntó Jack después de poner un CD en la minicadena–. Por lo menos no me podrás decir que es basura. Por lo menos este tema, aunque el grupo no te guste.
..-No entiendo tu comportamiento, Jack –le dije en un momento dado.
..-Un amigo me decía que todo lo que hago tiene un fin.
..-Hombre, creo que tienes procesos internos que tienen una lógica, o por lo menos lo haces por algo, pero no le veo mucho sentido. De todos modos lo de hoy es simplemente porque has bebido. Aunque yo no soy el más indicado para hablar de estas cosas.
..-Tranquilo, mariposa.
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..RIIIIIIING RIIIIIIING RIIIIIIING RIIIIIIING –sonó el teléfono.
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..«Joder, ¿quién será a estas horas?», pensé.
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..-¿Sí? –contesté.
..-Hola, soy Virginia, ¿te acuerdas de mí? –respondió una mujer que mostraba síntomas de embriaguez.
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..«Hostia, esta es la gorda, pensé, no tengo tan mala memoria». El Alzhéimer aún no me tenía dominado, aunque el Parkinson me estaba ganando la batalla, tenía un fuerte temblor en la mano que hizo que disparara el auricular contra el techo.
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..-Sí, hija, la chica que conocí en aquel bar. Pero son las 3 de la mañana, ¿lo sabes?
..-Ah, sí. Señor della Francesca, ¿puedo pasarme ahora por su casa, que tengo ganas de verle y hablar un poco? –me preguntó intentando poner voz seductora.
..-Bueno, pásate si quieres, pero no quiero hablar de poesía ni de literatura.
..-De acuerdo, estoy aquí al lado, en 5 minutos estoy ahí.
..-Vale, hasta ahora –le contesté y colgué.
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..«Hay que ver que a todos los borrachos les ha dado hoy por mí», pensé.
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..-¿Quién era? –me interrogó Jack.
..-Una tía que conocí la otra vez en un bar.
..-¿Y qué quería?
..-Pues decía que se iba a pasar por aquí.
..-¿Y está buena?
..-No, qué va.
..-¿Cómo es?
..-Es más bien gorda.
..-Ah.
..-A ver con qué nos sorprende.
..-A ver.
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..Poco después sonó el timbre. Fui a abrir y Virginia subió.
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..-Hola, qué tal –saludó al entrar.
..-Hola, este es Jack –le contesté.
..-Buenas, yo soy Virginia –le dijo ella y se dieron dos besos.
..-Encantadou –contestó galante Jack.
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..La chica había traído unas botellas de Lambrusco y después de un par de vasos más de coñac seguimos con el vino. Pusimos la tele y mientras bebíamos veíamos “Full Monty”, ella además fumaba sin parar. Yo di unas caladas pero se me acentúo la tos que aún no me había abandonado.
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..-Buenooou, yo me vou yaa, rata –dijo Jack después de la primera botella.
..-Un besito, niño.
..-Otro para mí –se apuntó también Virginia.
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..Cuando Jack se largó ella se tiró un sonoro peo.
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..-Uff… qué a gusto me he quedado –dijo.
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..La joven no tenía una cara fea, aunque su voz era muy monótona y monocorde. Llevaba un vestido que, a pesar de su gruesa figura, le hacía un muy buen escote, dejaba al descubierto un pecho grande y tierno que alegraría la vista a cualquier hombre. El vestido era más bien holgado, pero caía sobre sus caderas y nalgas de modo que mostraban toda su potencia como mujer y las hacían muy apetecibles, algo que no pasaba con los michelines de la barriga, los del omoplato no me disgustaban.
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..-UHmmm, Juan Luis… –me dijo apretándose y frotándose contra mí y tocándome el pecho, besándome en el cuello, acariciándome con sus labios, su barbilla…
..-Bueno, es tarde, yo me voy a la cama, me voy a acostar ya –le contesté y le di un mordisco en el pecho.
..-¿Me puedo ir contigo?
..-Venga, perrilla. Pero antes voy a ir un momento al baño.
..-Yo tengo que ir también.
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..Entramos los dos en el servicio e hicimos nuestras cosas de antes de ir a la cama. Yo salí primero, fui al dormitorio, me desnudé y me metí bajo las sabanas. Al poco llegó ella en ropa interior, un conjunto de lencería fina, hasta con ligueros y corpiño, que me daba bastante morbo. Se metió en la cama y empezó a besarme, su lengua era agradable, en mi boca me gustó, pero su aliento no era bueno, no sé si sería por el zumo de tomate al que me había dicho que estaba enganchada. El tabaco también podía influir. Entonces, como la vi con muchas ganas, me puse a trabajar con mi lengua entre sus piernas.
..Esta experiencia, que tanto me solía gustar, y más habiéndome bebido unas copas, no fue tan maravillosa como otras veces que recordaba (o a lo mejor lo tenía idealizado, hacía tanto, tanto tiempo, desde la última vez). Su cueva estaba muy pringosa, no sé si es que ella soltaba mucha mucosa o si se había puesto algún lubricante, Vaginesil o algo así. Aunque no creo que lo necesitara, aún era una mujer joven, tenía 27 años.
..Después ella se colocó en una postura que yo nunca había practicado mucho, medio sentada de espaldas algo inclinada. La penetré y la embestí varias veces. Terminé rápido. Yo creo que fue porque me daba ascazo y por eso, sin darme cuenta, mi subconsciente me hizo el favor de ayudarme a acabar pronto.
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..-Uff… qué deprisa, ¿ya has terminado? –me dijo Virginia.
..-Lo siento. No me encuentro bien, estoy mareado, me estoy medio desmayando.
..-Un orgasmillo por lo menos, ¿no? –me pidió.
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..Desplacé mi mano hacia su entrepierna y comencé.
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..-Sí, ahí, más a la derecha, para adentro, ahí, ahí. Ahhh, ahhh. Ya. Vale, sí.
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..Terminado lo suyo empezó a comérmela. No fue algo espectacular pero lo hacía suave y dándole un buen punto. Me la empapó bien en saliva y me lo hacía con toda metida en su boca, succionando, lamiendo bien, con ritmo lento pero constante con su lengua y sus labios. En cuanto derramé me quedé dormido.