La casa en ruinas
.
Hace dos noches –y muchas otras
viví tu cuerpo desnudo
sobre la cama deshecha,
creía que sería así siempre,
que no actuar era algo cobarde.
.
Alumna de la muerte
–también lo fuiste de su hermana,
la misma vida desbordada–,
de ti he tomado una filosofía,
algo que aprendí bajo paredes rotas,
sobre el suelo con ceniza.
.
En la estancia pobremente iluminada
fumaba cigarrillos cada diez minutos,
veía radiografías de mi mundo
y esperaba no perder tu juventud ni tu belleza,
las caricias de esa voz como de niña.
El problema es que las pierdas tú también.
.
.
.
.
La solución no es querer porque te quieran
.
Hace dos noches –y muchas otras
viví tu cuerpo desnudo
sobre la cama deshecha,
creía que sería así siempre,
que no actuar era algo cobarde.
.
Alumna de la muerte
–también lo fuiste de su hermana,
la misma vida desbordada–,
de ti he tomado una filosofía,
algo que aprendí bajo paredes rotas,
sobre el suelo con ceniza.
.
En la estancia pobremente iluminada
fumaba cigarrillos cada diez minutos,
veía radiografías de mi mundo
y esperaba no perder tu juventud ni tu belleza,
las caricias de esa voz como de niña.
El problema es que las pierdas tú también.
.
.
.
.
La solución no es querer porque te quieran
.
Etiquetas: Absurdrealismo, alcohol, amor, bohemia, Erotismo, Existencialismo, Generación de la Primera Crisis Siglo XXI, juventud, literatura, Realismo sucio, Recuerdos, Reflexiones, sordidez, Versículos
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio